El tema de los residuos es complejo en todos los sentidos. El propio concepto de “residuos” es confuso, ya que puede tratarse ser de cualquier material y en cualquier forma y estado. La legislación aplicable es muy amplia y en desarrollo constante ya que los conceptos básicos están cambiando continuamente. La técnica también es compleja y está en fase de desarrollo permanente. Su gestión implica a todas las áreas del conocimiento, ya que precisa de la ingeniería, de la química, de la geología, de la física, de la mecánica, de la sociología, de la economía,… También es compleja su relación con la sociedad en cuanto que, aún siendo rechazados y evitados en general, la correcta gestión de los residuos contribuye significativamente a la calidad de la vida.
Los residuos en la isla de La Palma han pasado en pocos años de ser algo a lo que no se prestaba atención por su poco volumen e impacto a ser un grave problema que afecta en todos los órdenes de la vida.
Historia de la Gestión de Residuos en la Isla de La Palma
En la gestión de los residuos en el Isla de La Palma podemos distinguir tres fases o épocas claramente diferenciadas y se relaciona básicamente con la gestión de los residuos sólidos urbanos y de los agrarios.
Estas tres fases o épocas serían:
- Época histórica (1492-1970)
- Época moderna (1971-1999)
- Época actual (2000 a hoy)
ÉPOCA “HISTÓRICA” (1492-1970)
De las épocas anteriores a la conquista de la Palma por los castellanos, en cuanto a residuos, solo se conoce la existencia de “laperos”; acumulaciones de conchas de lapas las cuales se consumían en el sitio o se vaciaban para el traslado de la parte comestible a otros lugares evitando peso.
En una primera fase, la gestión fue la tradicional; la población de zonas rurales gestionaba por si misma los residuos y en los núcleos urbanos principales se implantaban recogidas municipales limitadas.
Cada municipio tenía su vertedero, generalmente en un fondo de barranco, cuya única gestión consistía en incendiarlos periódicamente. La problemática, hasta los años 70, era mínima. La sociedad palmera generaba pocos residuos dados su nivel de vida y la inexistencia de comercio o industria de volumen significativo. Además, existía aún la cultura del “aprovechamiento” y se reutilizaban envases, textiles, etc.
El nivel de aprovechamiento de los residuos orgánicos era muy alto, especialmente en las zonas rurales (casi todas) mediante el autoconsumo para animales propios (gallinas y cerdos, básicamente), con aprovechamiento de los estiércoles, pero incluso en los cascos urbanos existían sistemas de recogida selectiva (el “barril del cochino”).
Los envases no constituían problema; buena parte de las ventas era al granel, no se utilizaban bolsas desechables sino cestos, serecas o sacos, y los envases se reutilizaban o, como las botellas de vidrio, se retornaban al envasador.
En las zonas rurales existían muchos vertederos “privados”, de escaso volumen, en terrenos propios, que se quemaban periódicamente sin impactos importantes sobre el medio ambiente.
ÉPOCA “MODERNA” (1971-1999)
En los años 70 se produce un cambio drástico en cuanto a la generación de residuos en la isla; el incremento del nivel de vida supuso un importantísimo incremento de las importaciones de productos de todo tipo. Esto, unido a la introducción de la cultura del envase desechable, comenzó a crear un grave problema para el que la isla no estaba preparada. Aparece entonces un residuo de gran volumen y sin aprovechamiento; eran los tallos de los racimos de plátanos, los cuales comenzaron a ser un inconveniente al sustituirse el método tradicional de exportación de las piñas enteras por el de desmanillado y embalado en cajas de cartón; el destino de estos tallos ha sido el vertido incontrolado en barrancos, hoyos o malpaíses y el incremento de la producción platanera agravó la situación. En paralelo se produce la aparición de otro residuo de menor volumen pero más peligroso: los residuos de productos fitosanitarios.
Los Ayuntamientos ofertan un servicio público de recogida de residuos domiciliarios y todos ellos disponen de un vertedero municipal. En general se utilizan camiones normales, de caja abierta, y el servicio es muy limitado.No se utilizan contenedores, por lo que la presentación es en la propia vía pública, lo que motiva a los vecinos a ser cuidadosos con el horario para evitar roturas por animales. El último municipio en implantar una recogida municipal fue Tijarafe, donde existía la figura de un gestor privado que cobraba directamente a los vecinos, sin intervención del Ayuntamiento.
El incremento del volumen de residuos generados aumenta durante todo este periodo generando los vertederos municipales impactos ambientales importantes: visuales, olores, humos, etc. Asimismo, el volumen de los tallos de plátanos vertidos ocupa cada vez mayores espacios por toda la isla, especialmente en San Andrés y Sauces, Barlovento, Tijarafe, Tazacorte, Los Llanos de Aridane y Fuencaliente.
Ante esta situación, el Cabildo asume un papel protagonista, haciéndose responsable del tratamiento final de los residuos sólidos urbanos (o domiciliarios, o municipales).
La decisión fue que la isla debía pasar a un sistema de tratamiento de residuos mediante la incineración, con el objetivo de evitar (o minimizar) el volumen de vertidos, pudiendo así prescindir de los vertederos y su impacto. El Cabildo Insular decide la construcción de una Planta Incineradora en Mendo (municipio de El Paso) y de dos Hornos Incineradores, uno en Villa de Mazo y otro en Barlovento.
Se pretendía llevar a ellos todos los residuos municipales (RSU) de la isla, incinerarlos y verter cantidades muy pequeñas de restos. Simultáneamente se procedió al cierre de los vertederos municipales.
El Cabildo se hizo cargo del vertedero de Barranco Seco, hasta ese momento el municipal de Santa Cruz de La Palma, y procedió a gestionar los RSU en La Planta Incineradora de Mendo, los Hornos de Villa de Mazo y Barlovento.
Se clausuraron oficialmente todos los vertederos municipales, excepto los de Garafía, Puntagorda y Tijarafe.
El Plan constituyó un fracaso, ya que los equipos y la tecnología usada no eran adecuados. Los Hornos Incineradores no quemaban correctamente la basura, generando volúmenes no previstos para verter. La Planta Incineradora tuvo siempre problemas de capacidad, siendo incapaz de absorber los volúmenes necesarios de residuos y generando una gran cantidad de cenizas y restos que iban a vertedero. Por otro lado, sus altos costes y la legislación europea sobre filtros necesarios conducían a su cierre inevitablemente.
Pronto estuvo claro que el modelo de gestión diseñado y aplicado hasta ese momento era inadecuado y el Cabildo inicio un nuevo camino en la gestión de los residuos; en el año 1995 el Cabildo Insular de La Palma encargó la redacción del Plan Integral de Residuos de La Palma al equipo dirigido por el prestigioso consultor, especialista en residuos, Alfonso del Val. Los principios inspiradores del Plan eran: la reducción en la generación de residuos, la reutilización de los residuos que se pudieran aprovechar, el reciclado, la valorización, es decir, conseguir algún aprovechamiento de la mayor cantidad posible de los residuos, y la incorporación de las tecnologías menos contaminantes.
En 1997 D. Alfonso del Val presenta a la Corporación insular el Plan Integral de Residuos de La Palma, cuyos elementos básicos eran 3 Plantas de Compostaje, 2 Estaciones de Transferencia, 1 Vertedero de rechazos, 1 Planta de Clasificación, 3 Puntos Limpios y 1 Planta de Incineración. Estas instalaciones se sitúan diseminadas por toda la geografía insular.
El Cabildo Insular de La Palma, mediante acuerdo plenario del 2 de octubre de 1998, modifica el planteamiento anterior, reduciéndose a una sola las Plantas de Compostaje, que antes eran 3 y manteniéndose todo lo demás.
La Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias confecciona la Declaración de Impacto Ambiental del Plan Integral de Residuos de La Palma, informando negativamente. Las razones para este informe negativo de la Viceconsejería, entre otras, fueron las siguientes: adolecía de falta de documentación técnica que justificaran los cambios propuestos, las nuevas propuestas carecían de valoración económica y no quedaba suficientemente justificado el emplazamiento del vertedero de rechazos.
ÉPOCA ACTUAL (2000 HASTA HOY)
Por todo lo dicho anteriormente, en junio de 1999, la situación en materia de gestión de residuos en la isla era la siguiente:
- El Plan Integral de Residuos había quedado bloqueado por el informe negativo en la Declaración de Impacto Ambiental de la Viceconsejería de Medio Ambiente.
- Los hornos incineradores existentes en Mazo y Barlovento habían sido denunciados por la Comisión Europea como inadecuados y no conformes a la legislación.
- El vertedero insular de Barranco Seco se encontraba a punto de derrumbarse hacia el mar y producir una catástrofe medioambiental en el litoral,
- La Planta Incineradora de Mendo estaba saturada; funcionando ya por encima de su capacidad era incapaz de procesar los residuos que le llegaban. Buena parte de los residuos tratados en la Planta eran vertidos sin incinerar total o parcialmente. Además aparecen importantes modificaciones legislativas en el ámbito regional, estatal y europeo que obligaban a adaptar el Plan diseñado para adecuarlo a las nuevas normativas de obligado cumplimiento.
- Se mantenían vertederos municipales “salvajes” en los municipios de Garafia, Puntagorda y Tijarafe.
Además, hay un nuevo marco legal que introduce modificaciones en la gestión de los residuos; está conformado fundamentalmente por la Directiva 99/31 de la Comunidad Europea relativa al vertido de los residuos, la Directiva 94/37 relativa a envases y residuos de envases, la Ley española 11/ 97 de Envases y Residuos de Envases y su Reglamento, la Ley nacional 22/2011 de Residuos y suelos contaminados y la Ley 1/99 de Residuos de Canarias.
Ante la comprometida situación en que se encontraba el tema de los residuos, el Cabildo Insular se ve obligado a adoptar decisiones, planteándose nuevas alternativas y soluciones, aunque se mantienen como objetivos irrenunciables en la gestión de los residuos los planteados en la propuesta inicial del equipo de Alfonso del Val en el Plan Integral, que eran la implantación de la Recogida Selectiva de Residuos para el conjunto de los municipios de la isla, producción de compost de alta calidad para su aprovechamiento en la agricultura, evitando verter materia orgánica en los vertederos, erradicar el vertido incontrolado de residuos de todo tipo y la eliminación de la incineración como sistema de tratamiento final de los residuos. Lo que está claro que debe descartarse es la incineración.
Se define la estrategia básica para el futuro sistema de gestión de residuos, que pasa por la insularización de la gestión global. El objeto es abaratar costes, optimizar los recursos y poder ofrecer un servicio de similar calidad en toda la isla. Se define el Consorcio de Servicios como un ente público que debe asumir la gestión de servicios públicos a nivel insular, globalmente, estando representados en dicho Consorcio todos los ayuntamientos de la isla y el Cabildo Insular. Inicialmente se plantea como objetivo para el Consorcio la gestión global de todos los residuos insulares.
El aprovechamiento de la materia orgánica constituía uno de los objetivos estratégicos básicos. Como uno de los factores más importante del esquema estratégico en la gestión de los residuos está la realización de la recogida selectiva de residuos en origen. Se defiende la separación de los residuos en el hogar en dos fracciones, separando la materia orgánica del resto de los residuos. Esto constituye una apuesta ambiciosa, que no se plantea en ninguna otra isla. En la calle se continuaría con la recogida selectiva del vidrio en el contenedor verde, se mantendrá la recogida de Papel y Cartón en los contenedores azules y la recogida de envases y residuos de envases en los contenedores amarillos.
Mientras se desarrollaban estos estudios se procede paulatinamente a desarrollar en la práctica las operaciones necesarias, siguiendo las líneas maestras del Plan en vía de diseño y aprobación.
- Hornos Incineradores de Villa de Mazo y Tijarafe: se dejan de usar el año 1998 y se procede a su demolición en 2003.
- Vertedero Insular de Barranco Seco: en 1997 se procede al traslado de los residuos a una cota más alta, separándolos de la costa y acabando con el peligro de un posible derrumbamiento. En el año 2007 se canaliza el barranco, permitiendo así el aprovechamiento de todo el cauce y posibilitando la admisión de mayor volumen de residuos.
- Planta Incineradora de Mendo: sus malos resultados y altos costes determinan su cierre definitivo en al año 2007, coincidiendo con la canalización de Barranco Seco, lo que permitió llevar a este los residuos que antes se llevaban a Mendo.
- Recogida Selectiva de Vehículos Fuera de Uso: los Ayuntamientos y el Cabildo realizaron acciones de depósito y posterior prensado y exportación por parte de gestores. Actualmente hay en la isla unas instalaciones de gestión privada para la descontaminación de los vehículos.
- Recogida Selectiva de Papel y Cartón: el Cabildo implanta su recogida en contenedores (azules) en la vía pública en el año 2005.
- Recogida Selectiva de Envases: el Cabildo implanta su recogida en contenedores (amarillos) en la vía pública en el año 2007.
- Otras Recogidas Selectivas: con el apoyo del Cabildo y los ayuntamientos se van implantando en la isla operaciones, gestionadas por los propios generadores de los residuos, según la Ley. Esto supone que Cabildo y Ayuntamientos dejan de asumir responsabilidades sobre estos residuos que no les competían, pero que ejercían en función del interés general. Entre otras, hoy tenemos:· Recogida Selectiva de Neumáticos fuera de uso (NFU)
· Recogida Selectiva de Vehículos fuera de uso (VFU)
· Recogida Selectiva de Envases de productos fitosanitarios.
· Recogida Selectiva de Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)
· Recogida Selectiva de residuos de envases de medicamentos. - El Gobierno Autónomo asume por ley la gestión de los residuos hospitalarios y peligrosos, en general. Específicamente en la isla son responsables de los residuos hospitalarios, el aceite mineral y las pilas.
- Implantación de contenedores: el Cabildo adquiere 2.500 contenedores en el año 2003, los cuales reparte entre los municipios. Aunque mejora el aspecto de la presentación de la basura domiciliaria, presenta problemas para la recogida manual que se hace en camiones de caja abierta en casi todos los municipios.
- Gestión de residuos mancomunada: el Consorcio inicia sus operaciones recibiendo en cesión por parte del Cabildo de 1 vehículo recolector de 16 m3 de capacidad, 4 de 14m3, 2 de 8 m3 y un vehículo lava-contenedores. Las operaciones que se van asumiendo son:· Puntallana: inicia la recogida domiciliaria en el 2005.
· San Andrés y Sauces: inicia la recogida domiciliaria en el 2005.
· Barlovento: inicia la recogida domiciliaria en el 2006.
· Tazacorte: inicia la recogida domiciliaria en el 2007.
· Garafia: inicia la recogida domiciliaria en el 2007, procediéndose al cierre del vertedero municipal.
· Recogida de Aceite Vegetal usado: inicia la recogida de este producto en 2007 a causa del abandono de esta actividad por falta de rentabilidad para las empresas privadas.
· Villa de Mazo: inicia la recogida domiciliaria en el 2007.
· El Paso: inicia la recogida domiciliaria en el 2008.
· Transporte de residuos domiciliarios con auto-compactadores: en el 2008 inicia el traslado de los residuos municipales de Tijarafe a Barranco Seco, clausurando el vertedero municipal de dicho municipio. En el 2009 se incorpora al servicio Puntagorda, que también puede así cerrar su vertedero municipal.
· Planta de Transferencia del Callejón de La Gata (Los Llanos de Aridane): cedida por el Cabildo al Consorcio, inicia su actividad en el 2008, recogiendo y trasladando los residuos de Tazacorte y El Paso a Barranco Seco y clausurando los puntos de transferencia utilizados por esos municipios.
Posteriormente se incorporan los municipios de Fuencaliente y Los Llanos de Aridane. Fuencaliente inicia la recogida domiciliaria en el 2010.
Puntos Limpios: son otro elemento clave en la estrategia de gestión de los residuos como lugares de aportación voluntaria de residuos separados por parte de los particulares. Actualmente se encuentran operativos los puntos limpios de Tijarafe, Los Llanos de Aridane, Breña Baja y Puntallana.
El 1 de julio del 2012 se procedió al cierre del vertedero de Barranco Seco, en el que se mantendrán las medidas de seguridad y vigilancia contempladas en la legislación.
La Ley Canaria de Residuos 1/1999 de 29 de enero, en su artículo 26.4 establece la obligatoriedad de que todos los Cabildos Insulares dispongan en cada isla de un área suficientemente extensa denominada Complejo Ambiental de Residuos, adecuadamente equipada en función de las necesidades insulares, con los equipamientos mínimos que se requieran para el tratamiento de los residuos que en cada caso correspondan. Asimismo, en dicha Ley en el artículo 26.5 se establece la obligación de todos los cabildos insulares de disponer de un área denominada vertedero, integrada en el Complejo Ambiental, adecuadamente equipada para el almacenamiento de aquellos residuos que, técnica o ambientalmente así lo requieran.
A partir del 1 de julio del 2012, todos los residuos de la isla, salvo los peligrosos y otros no admisibles según la Autorización Ambiental Integrada, se transportan al Complejo Ambiental Insular Los Morenos, en la Villa de Mazo. Allí se separan y clasifican, procediéndose al compostaje de la materia orgánica y al prensado y embalaje de las fracciones reciclables para enviarlas fuera de la isla. La fracción no reciclable se deposita en el vaso de vertido, que es parte del Complejo, cumpliendo todas las exigencias técnicas y legales.
INFORMACIÓN GENERAL SOBRE LOS SERVICIOS DE RECOGIDA DE RESIDUOS DOMÉSTICOS
¿POR QUE DEBEMOS UTILIZAR CORRECTAMENTE LOS SERVICIOS DE RECOGIDA DE RESIDUOS DOMESTICOS?
El uso incorrecto de estos servicios supone:
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Un mayor coste para los ayuntamientos: los recursos de los ayuntamientos provienen de sus vecinos y lo que se gaste de más en estos servicios disminuye los recursos disponibles para otros, como pueden ser los Servicios sociales, o para obras necesarias.
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Los servicios de recogida separada salen más baratos a los ayuntamientos que el de la fracción “Resto” porque los financian, en todo o en parte, los fabricantes de los artículos (de botellas, de cajas de cartón y otros envases,…).
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Lo que se recoge separado se exporta fuera de la isla, generando ingresos y disminuyendo la ocupación del vertedero.
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Si las cajas de cartón no se pliegan, los contenedores se llenarán antes y no se aprovechará su capacidad.
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Si abandonamos enseres o muebles en la vía publica, el ayuntamiento tiene que mandar un camión a recogerlos,…
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Si los residuos que van al contenedor gris van embolsados y no chorrean líquidos los lavados necesarios serán menos frecuentes…
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Mala imagen para la isla y situaciones desagradables para los vecinos:
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Si la basura se deposita antes de tiempo o chorreando, generará malos olores.
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Si se deja en el suelo, fuera de los contenedores ofende a la vista.
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Si se llena el vertedero actual, habrá que hacer otro.
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Riesgo para los operarios de recogida y para los que gestionan el tratamiento en el Complejo Ambiental: agujas, cristales rotos, venenos,… Se crea un peligro cierto para los trabajadores.
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No se crea riqueza ni empleo: si aumentan las recogidas separadas se crearán puestos de trabajo y habrá beneficios para empresas locales (transportistas, talleres, Puerto,…).
RECOGIDA DE LA FRACCION “RESTO” (CONTENDOR GRIS)
El resto de los residuos domésticos, aquellos que no son objeto de recogida separada, se depositarán en los contenedores grises. No deben depositarse en ellos productos que puedan chorrear o que sean peligrosos. Específicamente está prohibido el depósito de pinturas, disolventes, agujas de jeringuillas, tierra y escombros o venenos. Las normas básicas para su uso correcto son: )
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Se deposita siempre dentro de los contenedores, en bolsas cerradas, sin líquidos y se debe cerrar siempre la tapa del contenedor.
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Debe depositarse solamente los días de recogida y en el momento mar cercano posible a la hora de paso del vehículo recolector.
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No debe contener residuos que tengan su propia recogida separada (papel y cartón, vidrio, envases,…)
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No debe contener residuos que por su voluminosidad o por su peligrosidad deban llevarse a los Puntos Limpios.